A partir de la última actualización, basta con pulsar en el botón de inicio y elegir la opción “Configuración”. Seguidamente entramos en “Aplicaciones” y llegaremos a la sección “Aplicaciones y características”.

Buscamos Microsoft OneDrive en la lista mostrada. Si pulsamos sobre ella veremos las opciones “Modificar” y “Desinstalar”. Pulsamos sobre la segunda y ya está, ya nos habremos librado de OneDrive definitivamente.

Si necesitas volver a instalar OneDrive, puedes hacerlo desde la Tienda de Windows o instalando la aplicación de escritorio. Las dos añaden la aplicación con las mismas funcionalidades, aunque quizá sea más seguro usar la versión de escritorio si quieres que algunos de los ajustes se sincronicen también.
Si necesitas acceder a tu cuenta de OneDrive sin tener instalada la aplicación puedes hacerlo desde la versión web.
